Abrimos el invernadero, intentamos regar por dentro porque hacía mucho calor pero no funcionaba la salida de la manguera, con la que se puede variar la forma de riego. Al intentarlo nos mojamos un montón, probamos tres veces y lo dejamos.
Pero con los laterales inferiores abiertos del invernadero fue bajando la temperatura poco a poco.
Nos costó mucho abrir el riego del huerto, tuvimos que utilizar una pinza. Regamos toda la zona verde, en abundancia.
Regamos todos los bancales, las aromáticas, las frambuesas, los árboles, los guisantes, las patatas, los espárragos.
Porque todo se veía muy seco.
Los niños disfrutaron del riego, sentir y ver salir el agua es divertido para ellos, más sabiendo que así le damos de beber a las plantas.
Cuando comenzó a hacer frío cerramos el invernadero
Terminamos la ultima parte del día en las montañas de arenas, ahora pusieron otra más, a los niños les encanta construir, caminos canaletas, túneles, castillos, saltar y caer deslizándose por arena.